Las calabazas azules son de tamaño mediano a grande, con un promedio de 5.9-9.8 in de diámetro y pesan de 6 a 10 libras, y son redondas a achatadas en forma con una flor aplanada y un extremo del tallo. La corteza lisa es firme, profundamente acanalada y puede variar en color desde verde oscuro hasta un verde azulado polvoriento con un tallo marrón claro y áspero. La pulpa es gruesa, densa, de color naranja intenso, y encierra una cavidad central llena de pulpa y semillas planas de color crema. Las calabazas azules son aromáticas y son conocidas por su pulpa dulce y ligeramente afrutada. Cuando se cocinan, tienen una textura suave, seca y sin hilos. Las calabazas azules son las más adecuadas para aplicaciones cocidas como hornear, asar, hervir y cocinar al vapor. Se pueden usar tanto en preparaciones dulces como saladas, pero su sabor dulce se presta mejor a postres y productos horneados como rellenos de pasteles, bollos y pasteles. Las calabazas azules también se pueden cocinar y mezclar en sopas, guisos y curry o cocinar y agregar a risotto, ñoquis, ravioles, ensaladas y platos de pasta. Además de la carne, las semillas de calabaza azul se pueden limpiar y asar como un refrigerio tostado. Las calabazas azules combinan bien con cebolla, ajo, tomates, queso parmesano, romero, tomillo, canela, aceite de coco, miel, calabacín, quinua, arándanos secos y carnes como aves de corral, salchichas y pavo. Se mantendrán durante 3-6 meses cuando se almacenan en un lugar fresco y seco.